Treinta y nueve inmigrantes ilegales fueron que han muerto el lunes y 28 más resultaron heridos cuando, mientras aparentemente protestaban por su deportación de Estados Unidos, prendieron fuego a colchones.
Los fallecidos eran todos de América Central y del Sur, y los guatemaltecos representaban la mayoría del grupo.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se comprometió a investigar las muertes y ofreció condolencias.
“Quiero informar algo muy lamentable, muy triste. Anoche, alrededor de las 9:30 de la noche, se inició un incendio en un albergue de migrantes en la frontera, en Ciudad Juárez y tenemos, hasta el momento, como reporte que perdieron la vida 39 migrantes”, dijo Obrador a periodistas en rueda de prensa. Conferencia en la Ciudad de México.
El centro de detención de Juárez, México, se encuentra a poca distancia de la frontera con Estados Unidos y junto al ayuntamiento de Juárez.
El 9 de marzo, más de 30 refugios para migrantes y organizaciones de defensa de los migrantes publicaron un carta alegando trato indebido a migrantes ilegales en Juárez, según informó AP News. La carta acusaba a la policía mexicana de utilizar fuerza excesiva y abusiva en la captura de inmigrantes ilegales y de cuestionar el estatus migratorio de las personas sin causa.
La tragedia de esta semana subrayó las tensiones entre la policía y los migrantes en Ciudad Juárez, destacando la tensión a la que se enfrentan las autoridades tanto mexicanas como estadounidenses mientras intentan procesar a decenas de miles de migrantes ilegales en instalaciones abarrotadas.
La representante estadounidense Veronica Escobar (D-TX), cuyo distrito incluye El Paso, tuiteó su respuesta a la tragedia, denunciando la crisis y reconociendo los riesgos que enfrentan los migrantes ilegales:
“Más de 38 almas se perdieron en Juárez, personas que esperaban y esperaban una oportunidad de una vida mejor. Esta crisis de refugiados ha puesto a las personas vulnerables en gran riesgo en cada paso del camino”.
“Todas las naciones de este hemisferio, desde los países a los que huyen estas almas, hasta aquellos en los que buscan asilo y todos los que se encuentran en el camino, tienen la obligación de trabajar juntos para preservar la vida y la dignidad humana”, agregó en un segundo Pío.
el expreso de dallas se comunicó con la oficina de medios de la Patrulla Fronteriza y Aduanas de EE. UU. en Washington, DC, pero no recibió una respuesta al momento de la publicación de este artículo.