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Rusia asalta planta siderúrgica de Mariupol con civiles adentro

Planta siderúrgica de Azovstal
Planta siderúrgica de Azovstal | Imagen de ALEXANDER ERMOCHENKO / REUTERS

La acería Azovstal, que sirvió como último bastión de las fuerzas ucranianas en Mariupol, está bajo asedio por las tropas rusas. Las fuerzas rusas han rodeado Mariupol desde el 1 de marzo y le dieron a Ucrania como fecha límite el 17 de abril para entregar la ciudad. Esa demanda fue rechazado.

Las batallas continuaron por la ciudad y la acería Azovstal siguió siendo la última área controlada por las fuerzas ucranianas. El 21 de abril, el presidente ruso, Vladimir Putin, pospuso una operación diseñada para tomar la planta por la fuerza, por temor a que el número de víctimas fuera demasiado alto.

En cambio, Rusia inició un bloqueo de las fuerzas ucranianas escondidas en la planta, que cuenta con 4 millas cuadradas de búnkeres y túneles subterráneos. El segmento subterráneo se construyó durante la Guerra Fría y se diseñó para poder resistir los ataques de Occidente.

Se desconoce el número exacto de fuerzas ucranianas en la planta, pero Rusia afirma que son 2,000 soldados, de los cuales 500 están heridos.

El domingo, Rusia acordó un alto el fuego en la ciudad, lo que permitió que más de 100 mujeres, niños y ancianos ucranianos salieran a la superficie por primera vez en dos meses. Los evacuados fueron llevados a la ciudad de Zaporizhzhia, controlada por Ucrania, a unas 140 millas al noroeste de Mariupol, en un convoy de autobuses y ambulancias.

La solicitud de evacuar a los civiles provino del presidente francés Emmanuel Macron. En una conversación telefónica con el presidente ruso Vladimir Putin, Macron instó al líder ruso permitir que los civiles escapen y seguir negociando una solución diplomática.

En respuesta, el presidente Putin acusó a los gobiernos occidentales de ignorar los crímenes de guerra de Ucrania, sugirió que Ucrania no se estaba tomando las negociaciones en serio y exigió el fin de la ayuda militar suministrada a Ucrania por países de todo el mundo.

Para aquellos que se quedaron en la planta, las noticias son sombrías. El martes por la mañana, las fuerzas rusas dejaron claro que el alto el fuego había terminado y comenzaron un asalto a la acería. Junto con los soldados ucranianos, unos cientos de civiles también se quedaron atrás, según la viceprimera ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk. Más de 100,000 civiles aún se encuentran en la ciudad de Mariupol, según el alcalde Vadym Boichenko.

El subcomandante Sviatoslav Palamar del Regimiento Azov de la Guardia Nacional de Ucrania dijo en Telegram que los rusos estaban usando vehículos blindados y tanques para atacar la planta mientras las tropas llegaban en botes y a pie.

“Haremos todo lo posible para repeler el asalto, pero pedimos medidas urgentes para evacuar a los civiles que quedan dentro de la planta y llevarlos a salvo”, dijo Palamar.

Según el medio de comunicación estatal ruso RT, el alto el fuego terminó el martes porque la “República Popular de Donetsk acusó al ejército ucraniano y a los miembros del regimiento neonazi Azov escondidos en la instalación industrial de aprovechar el alto el fuego de evacuación y usar la pausa en los combates para cambiar de posición”.

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