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Ciudadanos rusos lidian con las consecuencias económicas de la guerra

Bandera rusa
Bandera rusa y gráfico decreciente | Imagen de Natanael Ginting

Los ciudadanos rusos están sintiendo los efectos económicos de la invasión de Ucrania por parte del presidente ruso, Vladimir Putin.

Según el enlace ruso de las Naciones Unidas, los rusos gastan el 40% de sus ingresos disponibles en comestibles, el doble que antes de la guerra.

Los datos del gobierno ruso muestran que la inflación anual de alimentos alcanzó el 18.75 % el 1 de abril. La economía rusa se tambalea por el endurecimiento continuo de las sanciones de Occidente y Europa.

Oleg Kobiakov, de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, dijo que muchos hogares rusos ahora están recurriendo a estrategias para hacer frente a la crisis, ya que gran parte de sus ingresos se destinan a necesidades básicas.

“La gente pospone planes como ir a la universidad o comprar una casa. Están ahorrando en caso de que pierdan su trabajo, en caso de muerte”, dijo.

El Moscow Times informó que al Banco Central Ruso normalmente le gusta tener un informe anual tasa de inflación del 4%, pero los últimos datos apuntan a que será cuatro veces esa cantidad.

Los analistas de Renaissance Capital predicen que la inflación alcanzará más del 24% para este verano.

Debido al aumento de las sanciones y al aumento vertiginoso de la inflación, el poder adquisitivo de los rusos comunes es severamente limitado.

Aumentos exponenciales de precios en alimentos básicos, incluida la pasta (25 %), el azúcar (70 %), la mantequilla (22 %) y las frutas y verduras (35 %), son preocupantes para los rusos, especialmente para aquellos que viven con ingresos más bajos.

Junto con el costo creciente de las necesidades, los rusos enfrentan incertidumbre laboral. Las grandes empresas extranjeras están retirando sus operaciones de Rusia, ya sea de forma temporal o permanente. Según la Universidad de Yale, más de 600 marcas extranjeras han cesó operaciones desde que Rusia ocupó Ucrania a fines de febrero.

La salida de las empresas deja a muchos ciudadanos rusos a la espera de ver si les seguirán pagando o tendrán que encontrar otros medios de empleo.

Algunas empresas importantes, como IKEA, han dicho que seguir pagando empleados rusos. Sin embargo, se desconoce cuánto tiempo se mantendrá ese acuerdo, ya que Rusia ha estado, en su mayor parte, desconectada de la economía global.

Mientras que los rusos se enfrentan a la inflación, los salarios estancados y la posible pérdida de empleos, algunos están comprando por pánico y acumulando alimentos básicos como el trigo sarraceno. Esto ha llevado a los supermercados rusos a poner un límite a artículos específicos.

Sin embargo, Putin ha dicho que tiene la intención de promulgar medidas para compensar las sanciones occidentales, y el gobierno ruso ha aseguró a sus ciudadanos no habrá escasez de artículos necesarios.

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